RUTINAS QUE ACOMPAÑAN: hábitos que dejan huella

10 de octubre de 2025

Septiembre siempre es un mes de reajustes: horarios que cambian, nuevos espacios, tiempos de adaptación…Poco a poco vamos encontrando un orden y, con él, también calma para las familias y los peques.

En este artículo quiero hablarte de las rutinas, no como obligación rígida, sino como pequeños rituales que dan seguridad. Los niños/as se siente tranquilos cuando saben lo que viene después: el baño, la cena, el cuento…

La anticipación les proporciona confianza y les ayuda a comprender mejor el mundo que les rodea.

🌱 ¿Por qué son importantes las rutinas en la infancia?

Las rutinas cumplen un papel fundamental en el desarrollo infantil porque les aportan:

  • Seguridad y confianza: saber qué pasará les aporta calma.
  • Autonomía: al repetir hábitos, ganan independencia y se sienten capaces.
  • Menos conflictos: los momentos estructurados reducen discusiones, ya que las expectativas están claras.
  • Vínculo familiar: al compartir rutinas, se refuerza la conexión y se generan recuerdos compartidos.

No son simples horarios, son herramientas de cuidado y bienestar emocional.

El poder de los pequeños hábitos diarios

Lo que más recordamos de la infancia no son las grandes ocasiones, sino los pequeños momentos repetidos día tras día. Estos hábitos sencillos transmiten un mensaje claro: “estoy aquí para ti”. Y lo mejor es que no requieren tiempo extra, sino conciencia y presencia en lo cotidiano, porque lo cotidiano puede ser excepcional. No busques la perfección sino la excelencia, y convertirás lo ordinario en algo extraordinario.

💛 Claves para crear rutinas que acompañen

Es necesario tener en cuenta que no todas las rutinas generan calma. Lo importante es cómo se construyen:

  • Coherencia: mantenerlas con regularidad para que el niño las anticipe y seguir siempre la misma secuencia.
  • Flexibilidad: aceptar que algunos días habrá cambios y…no pasa nada.
  • Participación: dar voz a los niños en pequeños detalles, como elegir el cuento de la noche o poner los platos en la mesa. Que tomen acción dentro de la rutina les ayuda a integrarlas mejor.
  • Presencia: más que la acción en sí, importa cómo se vive. Un momento breve puede ser valioso si estamos disponibles de verdad, por tanto, fuera distracciones, es un momento por y para ellos/as.

🌱 Ejemplos sencillos para el día a día

Algunas rutinas diarias pueden convertirse en grandes aliadas si se hacen con sentido:

  • Por la mañana: preparar juntos la ropa, desayunar con calma y despedirse con un gesto especial.
  • En la comida: compartir conversación, agradecer el momento y dejarles participar poniendo la mesa.
  • Por la tarde: reservar un rato de juego libre o lectura, evitando que todo gire en torno a las prisas.
  • Antes de dormir: establecer un ritual que incluya un cuento, un repaso sobre lo mejor día, acompañado de un abrazo o gesto especial.

No se trata de añadir más actividades, sino de dar valor a las que ya existen en nuestro día a día. Preguntarnos: ¿cómo puedo transformar este momento cotidiano en un instante de conexión? Esa es la clave.

💬 La esencia de las rutinas

Las rutinas que acompañan no son una lista de obligaciones, sino espacios de cuidado que nos dan la oportunidad de estar presentes, conectar y transmitir amor.

Son los pequeños hábitos los que dejan huella, porque al final, los peques recordarán menos qué ropa llevaron al cole y mucho más un beso al salir de casa, las risas en la mesa, la canción que se repite cada tarde o el cuento antes de dormir. Estos sencillos gestos se convierten en anclas emocionales que aportan estabilidad y amor. Recuerda…

“La infancia se construye con la magia de lo cotidiano

Y a vosotros… ¿Cuál es la rutina que mejor os funciona en casa?

Un abrazo,

 Pilar

 @educandoconsentido_

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