Se acaban las vacaciones y septiembre llega con nuevas ilusiones, nervios en el estómago y muchas preguntas en el aire. Para muchas familias, es la primera vez que sus pequeños se enfrentan al mundo escolar, un momento cargado de emociones: ilusión, miedo, tristeza… emociones que viven tanto los niños como los adultos.
Este post está pensado para acompañarte en este proceso, tan importante para tu hijo o hija como para ti. Porque la adaptación no es solo una cuestión práctica, también es un viaje emocional para toda la familia.
🌱 ¿Qué es el periodo de adaptación y por qué es importante?
El periodo de adaptación es la transición del contexto familiar al escolar. Un tiempo en el que los niños se familiarizan con los espacios, las personas y las rutinas del cole. Cada peque lo vive de forma diferente: algunos con curiosidad y entusiasmo, otros con inseguridad. Todos los procesos son válidos y merecen ser acompañados con respeto.
También es normal que tú, como adulto, sientas incertidumbre. Tu hijo puede mostrar señales de estrés, como llorar al separarse, pedir más brazos, cambios en el sueño o conductas regresivas. Todo eso es parte del proceso.
✨ Lo que puede pasar (y es totalmente normal)
Muchos niños experimentan reacciones naturales en estos primeros días. Las más comunes son:
Estas señales no indican que algo vaya mal. Son su forma de decir: “necesito tiempo”, “¿vas a volver?”, “esto es nuevo para mí”. Y cuando les das tiempo, presencia y calma, haces toda la diferencia.
💛 ¿Cómo acompañar desde casa?
Tu presencia sigue siendo su refugio. Estos pequeños gestos pueden hacer que la transición sea más amable:
No se trata de evitar la emoción, sino de estar presente mientras ocurre. Acompañar es permitir que llore sabiendo que sigue siendo querido y comprendido.
🌿 ¿Qué hacer en la puerta del cole?
Las despedidas son un momento clave. Intenta mantener la calma y que sean cortas pero amorosas. No te vayas sin avisar, ni te escondas: eso puede generar desconfianza y sentimiento de abandono.
Podéis crear un ritual especial (un abrazo diferente, un gesto especial, una frase) y despedirte con palabras como: “Sé que te cuesta, pero estoy aquí y volveré pronto.”
Por último, es importante que confiéis en las maestras que están al otro lado de la puerta. En ese momento, vuestro peque también es un poquito suyo y ellas están formadas y preparadas para gestionar y acompañar las emociones que surgen durante el proceso.
💬 Y por último… un mensaje de calma.
Recuerda que esta etapa también pasará. Lo importante no es que no llore, sino que sepa que puede hacerlo y tú estarás ahí. No se trata de hacerlo perfecto, sino con consciencia y amor. Sé compasivo contigo mismo, tú también estás aprendiendo a soltar con el corazón lleno.
La escuela pronto será un lugar seguro donde crecerá, jugará y hará nuevas amistades. Pero ese primer paso necesita tiempo, presencia y acompañamiento. No olvidéis que vuestra calma también es su ancla.
Y a ti…¿Qué te gustaría que tu peque recordara de estos primeros días?
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Pilar